Lesiones precursoras de cáncer producidas por exposición solar crónica, que se manifiestan mayormente en adultos. Se presentan como escamas o costras amarillentas o marrón, en zonas de piel expuesta al sol, sobre todo en la zona de cuero cabelludo y cara. Es habitual encontrar junto a estas lesiones otros signos de envejecimiento de la piel inducidos por el sol como la atrofia, lentigos solares y telangiectasias.
El diagnóstico suele realizarse clínicamente, pero ante la duda de la existencia de un carcinoma epidermoide (cáncer), estará indicada la biopsia cutánea.
Además de explicar al paciente la relación de las lesiones con el sol y aconsejar fotoprotección para prevenir la aparición de nuevas lesiones, debemos tratar activamente las ya existentes. Para su tratamiento disponemos de diferentes opciones terapéuticas:
- Crioterapia: destrucción por congelación de las células alteradas mediante un spray de nitrógeno líquido
- Cremas y otros agentes tópicos inmunomoduladores que requiere ser aplicados varios días a la semana durante al menos, un mes. Producen una reacción inflamatoria intensa necesaria para la destrucción de las células alteradas.
- Terapia fotodinámica (TFD): moderna técnica con excelente resultado estético que permite tratar múltiples queratosis actínicas y otras lesiones cancerosas en una sesión o varias.