Dermatitis Atópica

Dermatitis Atópica

Enfermedad frecuente que afecta entre el 5 y el 20% de los niños, se caracteriza por piel extremadamente sensible, enrojecida, inflamada y que pica mucho pudiendo afectar también a los adultos. Suele comenzar en épocas tempranas de la vida, y se caracteriza por periodos de remisión y exacerbación. La distribución de las lesiones varía con la edad. Existen formas de dermatitis atópica de debut en el adulto y formas de dermatitis atópica de la infancia que no evolucionan a la forma del adulto.

En la fase del lactante las lesiones eccematosas tienen preferencia por localizarse en la cara, y es típico que comiencen a aparecer a partir del tercer mes de vida. En la fase infantil las lesiones presentan tendencia a localizarse en las flexuras (sobre todo en la parte delantera de los codos y en la parte trasera de las rodillas). En el adulto podemos encontrar lesiones en cualquier localización, siendo muy frecuentes las formas de eccema de las manos.
La dermatitis atópica se relaciona con otras enfermedades alérgicas como el asma, la rinitis y la conjuntivitis, y los pacientes suelen presentar antecedentes familiares de alguna de estas patologías.

El cuidado de los pacientes con dermatitis atópica incluye una serie de medidas generales como son: evitar irritantes de la piel (contacto con jabones, detergentes, exposición continuada al agua en niños por lo que es beneficioso ducharlos en lugar de bañarlos en tina) e hidratar la piel sana continuamente con cremas hidratantes. Es importante evitar las cremas hidratantes sobre la piel con dermatitis, en este caso hay que aplicar tratamientos farmacológicos. El tratamiento farmacológico de la dermatitis atópica dependerá de la intensidad de la clínica.

El diagnóstico y tratamiento de la dermatitis atópica es eminentemente dermatológico.