Enfermedad de la piel localizada en la zona del pañal, siendo de mayor incidencia en el menor de un año. El contacto con la orina, las heces fecales y por ende la humedad resultante del medio, así como la aplicación de talco, jabones y en ocasiones ciertas sustancias absorbentes contenidas en algunos pañales favorecen el efecto irritativo. Síntomas y signos leves deben mejorar con los cuidados de la madre en menos de 4 días, de no ser así la atención médica es imprescindible para evitar complicaciones infecciosas por bacterias u hongos. El cambio frecuente de los pañales, aseo adecuado, uso de protectores que se comercializan y el evitar los irritantes antes mencionados, además de las indicaciones del médico disminuyen la frecuencia y gravedad de los casos.